Irán, sumergido en una crisis política

30/Jun/2011

La Nación

Irán, sumergido en una crisis política

La oposición de los clérigos Se agrava la pulseada entre el mandatario y el Parlamento, que apoya al ayatollah Khamenei
Jueves 30 de junio de 2011
TEHERAN.- La pulseada entre el Parlamento iraní y el presidente Mahmoud Ahmadinejad que desató una crisis política en el país recrudeció en los últimos días, con múltiples detenciones de los colaboradores más estrechos del mandatario.
En este sentido, Ahmadinejad lanzó ayer una advertencia contra aquellos que conspiren en su contra o de cualquier miembro de su gabinete: “Si los arrestos alcanzan a los miembros de mi gabinete, tomaré acciones y defenderé a mis ministros”, dijo ayer el mandatario en Teherán.
“El gabinete es la línea roja y considero estos arrestos un juego político para debilitarme a mí y al gobierno”, añadió.
Las detenciones comenzaron en abril pasado, cuando estalló una crisis política aguda entre el presidente y el Parlamento, dominado por los ultraconservadores que apoyan al líder supremo, el ayatollah Ali Khamenei. Los conservadores religiosos le reprochan al presidente, entre otras cosas, cuestionar la autoridad del ayatollah.
Más de una decena de estrechos colaboradores del presidente fueron detenidos acusados de casos de corrupción o delitos financieros, e incluso de haber realizado brujerías.
Entre las figuras detenidas está el ex ministro de Relaciones Exteriores Mohammad Sharif Malekzadeh, que fue obligado a renunciar poco después de haber sido nombrado en su cargo.
De todos modos, el blanco de la ofensiva de los ultraconservadores es el director de gabinete Rahim Mashai, considerado demasiado liberal, nacionalista e influyente y a quien acusan de dirigir una “corriente desviacionista” que busca socavar el régimen islámico.
Los ultraconservadores consideran que Ahmadinejad quiere tomar el control del Parlamento en marzo próximo para preparar la candidatura de Machaie para las elecciones presidenciales de 2013, en las cuales el presidente no puede presentarse. A pesar de las presiones, Ahmadinejad rechazó hasta ahora la destitución de Machaie.
Con las detenciones, se expandió el rumor de que Ahmadinejad podría ser obligado a dimitir, como sucedió con el anterior presidente laico, Abul Hasan Bani Sadr, al inicio de la revolución.
Sin embargo, los analistas consideran que esto es improbable, ya que el régimen necesita estabilidad, debido a la precaria situación económica que vive el país y el temor que existe a un contagio de las revueltas en el mundo islámico.
Ultimátum
La crisis entre los ultraconservadores y el presidente estalló el 17 de abril, cuando Ahmadinejad intentó echar al ministro de Inteligencia y único clérigo del gabinete, Heydar Moslehi, y el propio Khamenei ordenó que fuera restituido dos semanas después. A partir de entonces y por nueve días el presidente estuvo ausente de la vida pública.
De acuerdo con una información divulgada por la página web iraní Ayandeh (Futuro), el ayatollah habría dado un ultimátum a Ahmadinejad para que reincorporara a Moslehi o renunciara a su cargo.
La supuesta amenaza del líder supremo, que hasta la fecha ha defendido la reelección del mandatario pese a las denuncias de fraude electoral por parte de la oposición, no fue confirmada por fuentes oficiales.
Lo que sí parece indudable es que con su defensa de Mashai el ataque a Moslehi y su boicot durante nueve días Ahmadinejad se ha enfrentado a la poderosa casta clerical.
Agencias AFP, EFE y DPA